Elizabeth Kubler-Ross, una escritora, profesora y conferenciante, fue una de las mayores expertas mundiales en la muerte y las personas moribundas.

Habiendo tratado con miles de enfermos terminales, contaba que uno de los hechos comunes a todos ellos era que, cuando se les cuestionaba sobre si se arrepentían de algo de lo que habían hecho en su vida, muy pocos contestaban que sí. Sin embargo, la mayoría se arrepentía de cosas que no había llegado a hacer y que le hubiera gustado.

Emprender un negocio, haberse declarado a una persona, haber solucionado la relación con un hijo… La lista de arrepentimientos era larga y casi siempre tenía que ver con temas que no habían cerrado esas personas antes de morir.

Muerte

Reflexiones sobre la muerte

Durante mucho tiempo he leído y reflexionado sobre la muerte y la importancia de tenerla presente en la vida diaria. Es la manera más poderosa que conozco de quitarle peso a las cosas que te suceden y de perder el miedo a las opiniones de los demás o a pasar a la acción. Muy pocas cosas que nos pueden preocupar en nuestro día a día siguen siendo de verdad importantes cuando se les pasa el filtro de la muerte por encima.

Frente a cualquier adversidad, intenta pensar, “¿si solo te quedase una semana de vida, estarías dándole vueltas a ese tema, dejando que inundase de preocupación tu cerebro?” La respuesta, en casi todos los casos, es que no. Que harías una lista de las cosas que quieres hacer en esos días y dejarías poco o nulo espacio para cualquier cosa que no fuera disfrutar de instantes con la gente que amas o decir aquellas cosas que no te atrevías a decir.

Es muy importante que hagáis lo que de verdad os importe… Sólo así podréis bendecir la vida cuando la muerte esté cerca.

Memento mori

Vivir la vida teniendo presente que en cualquier momento una enfermedad o un accidente lo pueden cambiar todo, es la mejor manera que conozco para no preocuparse por cosas que no son importantes, relativizar cualquier bache que puedas tener y nunca dejar de intentar algo que te apetezca hacer.

Tu tiempo en este mundo es limitado. Vivir la vida pensando que nada te va a suceder o que siempre tendrás un momento para dedicarte a aquello que quieres es una equivocación muy grande. Me parece muy ingenuo o poco reflexionado.

Eres joven; pero ¿eso qué importa? No hay un número fijo de años que vivimos. No sabes dónde te espera la muerte; estáte preparado siempre.

Obviamente, recordar que vas a morir en algún momento no tiene que ser algo que te obsesione. Simplemente, debes usarlo como herramienta para recordar que no tienes tiempo que perder, que cada acción que haces debería ser pasada bajo la lupa de lo fugaz de la vida.

Memento mori

Arriésgate

Deberías arriesgarte y trabajar duro mientras estás sano y eres todavía joven. Es un tiempo ideal para experimentar. Aunque hay casos de gente de éxito que empezó a edad avanzada, lo más probable es que las responsabilidades de tu vida muy adulta pesen más que tus ganas de probar cosas nuevas. No esperes el momento perfecto para intentarlo, porque seguramente siempre encuentres una excusa.

Steve Jobs decía que “nadie quiere morir. Ni siquiera aquellos que quieren ir al cielo quieren morir para llegar allí. Y, sin embargo, la muerte es el destino que todos compartimos. Nadie escapa a ella y así debe ser, porque seguramente la muerte sea la mejor invención de la vida. Es el agente de cambio. Limpia lo viejo para dar paso a lo nuevo”. Solo asegúrate que cuando a ti te llegue el tiempo de ser “lo viejo”, no mires atrás y digas… “me arrepiento de no haberlo intentado”.

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